Por Francisco de Borja García Duarte

Reseña
Existe la creencia de que hablar andaluz carece de prestigio social, escribirlo constituye un anatema y defender su uso escrito, una atrocidad propia de radicales y merecedora de castigo. Las ideas en que se basan son las siguientes: El andaluz ni es una lengua, ni un dialecto, ni siquiera una jerga. Se trata únicamente de un castellano mal hablado, que además carece de gramática y nunca se ha escrito, por lo tanto no cumple con las consideraciones básicas para considerarlo un idioma.
En este trabajo se intenta rebatir algunas de estas aseveraciones, principalmente aquella de que en andaluz nunca se ha escrito.
Aquí queda constancia de que el andaluz cuenta con un extenso corpus de textos escritos, en los que quedan plasmadas gráficamente las características morfológicas, fonéticas, sintácticas, léxicas… del andaluz. Textos que han sido, en la mayoría de los casos, ignorados por los estudiosos de la lingüística andaluza. Y son esos ejemplos de textos escritos los que se recogen en esta obra para el común conocimiento de la sociedad andaluza y con el ánimo de que los estudiosos de nuestra peculiar forma de expresarnos lo utilicen y lo amplíen, y a las nuevas generaciones escolares se les de a conocer la amplia tradición literaria en andaluz que abarca, al menos, desde el siglo XVIII.