Lucía Clara Di Salvo león y Manuel Ochando Ortiz
Hielo y ceniza. Poemas
Lucía Clara di Salvo León
Manuel Ochando Ortiz (Mwhâmmad)
I.S.B.N.: 84-930939-7-1
Depósito legal: J-260-2006
Edita: Centro de Estudios Históricos de Andalucía (C.E.H.A.)
Reseña de la obra
Vivimos en un mundo prosaico lleno de vacilaciones, de dudas, de caída de todos los valores, sin embargo de vez en cuando aparece en nuestra vida algo que nos hace sentir, amar, que nos hace olvidar el espejo superficial de la monotonía. La elocuencia de la pasión, la belleza y el amor, constituyen este libro de poemas cuya notación musical nos hacen recordar de alguna manera la dulzura de los cantos de Ovidio.
Decía Cicerón: “Cuando el fuego del cielo se apodera del verbo del orador aparece en su discurso una estructura rítmica y musical”. Versos como arpas de cristal, que rompen el llanto y nos dejan caer pétalos de amor en mundos soñados, en paraísos de arco iris o infiernos de la inquietud y la desazón.
Manuel Ochando, templado en las fraguas de la cultura andalusí, siempre a tono y con buen ánimo, directo a lo concreto y al corazón de las cosas; versos que nos reflejan la sinceridad del poeta que desgarra palabras en defensa del amor, de la bondad y de la justicia.
Lucía Clara, una joven argentina cuyo espíritu inquieto nos muestra la impronta de su personalidad, la palabra precisa, abstracción, ritmo y lozanía del mito con aspecto de partitura musical, que armoniza con sentido, pasión, generosidad y grandeza.
Con Manuelucía se hace la unión, condena y gloria a la vez, espontaneidad como la cantaban los antiguos, mirando al cielo, mirando al interior del ser humano. Y así como dos almas “gemelas” en armonía hacen trovo que es como una de las manifestaciones más peculiares de la poesía universal.
Trovos con óptica literaria y artística, capaces de emocionar lo más profundo de nuestros sentimientos, nuestra propia capacidad de amar, de comprender y de soñar. Amor espiritual de dos almas atraídas, una expresa experiencia de la vida, otra inocencia con principios espirituales. Complemento que anhela la perfección y después la libertad, como en el mito griego de Psique.
Rosas desnudas y pétalos que caen como el llanto de una guitarra, que enaltece la Voz del Silencio: “Si tu alma sonríe mientras se baña en la luz del sol de tu vida; si canta tu alma dentro de su crisálida de carne y materia; si llora en su castillo de ilusiones; si pugna por romper el hielo argentino que la une…”
Valores de belleza, poesía y creatividad que también se manifiestan con el sonido de una guitarra o de un tango, cuyas sinfonías dan forma, color, luz y serenidad. Poemas y música, humildad y sugerencia, como himno a los Dioses, a la cultura y en definitiva al amor, pues como decía Platón: “Donde reina el amor, sobran las leyes”.
Manuel Portillo López. Miembro de las asociaciones Andaluza, Española e Internacional de Críticos de Arte.
Contraportada de ‘Hielo y ceniza. Poemas’ – Lucía Clara Di Salvo león y Manuel Ochando Ortiz
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